TUMBAR A LOS DE ABAJO PARA SOSTENER EL MODELO

En las dos últimas décadas la economía peruana ha tenido un crecimiento económico sostenido, fundamentado en los impuestos de la exportación de materias primas, específicamente minerales; este crecimiento se ha reflejado en mayor consumismo para las poblaciones de las grandes urbes (alimentos, vivienda). Los gobiernos que aplican el piloto automático saben que si la minería se cae, el Perú colapsa porque en estas dos décadas de boom minero no diversificaron la producción hacia otros sectores. Es por eso que así como vimos los cinco asesinatos de Cajamarca, hoy vemos vejaciones y atropellos al pueblo quechua del Cañaris en la sierra de Lambayeque; el gobierno se ve obligado a romper barreras que se opongan al mono producto peruano, la minería con el fin de garantizar el consumismo urbano evitando burbujas o ruptura de la cadena de pagos que desatarían un caos mayor, conduciendo al resquebrajamiento del mismo gobierno de turno.
En el caso chileno hace unas décadas también hubo preocupación por un hipotético fin de la fiebre del cobre e inicio del caos, es por eso que en ese país fueron conscientes en diversificar su producción, entre ellas la inversión en educación de calidad para formar empresarios en negocios y finanzas; y hoy vemos el fruto de esas políticas de estado, muchos de ellos ahora son dueños de grandes empresas en países de nuestro continente.
En suma el crecimiento económico es fofo nada consistente, muy dependiente de la minería. Un gobierno responsable debería ya pensar seriamente en como diversificar la producción, y no solo ver el camino del facilismo minero.